"Se ve tan fuerte que uno cree que nada la derrumba, pero se quiebra su voz cuando habla con las víctimas, no es tan fuerte cuando le mira la cara al dolor"
Desde el año 2010 Claudia Yurley Quintero hace activismo en la Corporación Anne Frank, desde el 2011 está dedicada a la lucha contra la trata de personas. En las oficinas estatales ya saben que cuando Claudia está detrás de un caso, hay que prestar atención pues su trabajo es muy comprometido, insistente y ella lo define un poco “obstinado”.
“Casi me decapitan”
La red de trata de personas, le hizo un ataque mortal a Mariana, caminando por una calle recibió un atentado, estuvo al borde de la muerte, le cortaron el cuello, ahora fuera del país intenta reconstruir su vida junto a su hijo, no se cansa de agradecer a Anne Frank el apoyo recibido. “Ellos me ayudaron a denunciar, a salir del país y a solicitar refugio con abogados pro bono, se arriesgaron a enfrentar una mafia peligrosa para ayudarme, esto no se lo deseo a nadie” afirma.
“La justicia protege es a los criminales que me destruyeron la vida”
Natalia escapó de una red de trata que la tuvo cautiva en Guatemala, su testimonio sirvió para desbaratar una peligrosa red de trata de personas, ha llevado a juicio a sus victimarios que han recibido condenas risibles, aún siguen cayendo criminales pero ella se siente abandonada por el Estado, “no cumplieron sus promesas, nunca me protegieron, la justicia colombiana defiende es a los victimarios”. Natalia buscó a Claudia Yurley para buscar protección, el miedo es parte de su vida, recibió apoyo inmediato, una voz comprometida, que aunque no se encuentra en su ciudad, el teléfono y el chat es la herramienta para consolidar el apoyo.
“¡Mire, mire esta cicatriz, mire como me dejaron!”
Andrea muestra en su pecho una cicatriz, de una cirugía en el corazón, le tuvieron que poner un “marcapasos”, su corazón quedó afectado después de sufrir la trata de personas, su corazón recibió tanto sufrimiento que ya no funciona igual.
Andrea camina sola por las calles, en la cárcel hay dos peligrosos criminales, tratantes y sicarios que la secuestraron y la explotaron, criminales que pertenecen a la peligrosa banda criminal “Clan del Golfo”, no recibió protección estatal, vive en una necesidad inmensa, sin ningún tipo de apoyo oficial.
“Es mi ángel, yo le tengo mucho que agradecer, yo quiero hablar en todos los medios de comunicación y decir, ella no me ha dejado sola (refiriéndose a la activista Claudia Quintero).
El Bronx, todavía tela para cortar
El mega operativo de la zona “liberada” llamada “El Bronx” en el centro de Bogotá, realizado en el año 2016 confirmó cada denuncia de Claudia y la Corporación Anne Frank. Ella habló en los medios de 200 menores explotados y caso como una profecía se encontró ese número de niños y niñas en la terrorífica zona. Aún estos grupos criminales que crecieron tanto con apoyo policial siguen explotando niñas y mujeres en el Centro de Bogotá.
Las lideresas y activistas que luchan junto a Anne Frank en el centro de Bogotá haciendo incidencia están en riesgo. El Estado no se nota interesado en proteger de forma especial, la trata de personas está naturalizada en Colombia. “aún nos falta mucho” afirma Claudia, su mirada es con esperanza y su gran sonrisa nos motiva a poyar esta difícil lucha contra un monstro llamado trata de personas.
*Los nombres de las víctimas fueron cambiados por seguridad, todos los casos están documentados por la Corporación Anne Frank ante el estado Colombiano.
TOMADO DE: https://www.las2orillas.co/casi-me-decapitan-victima-trata-personas/
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