Soy Lisett Hernández, migrante, sobreviente y madre de dos jóvenes luchadores.
Mi condición como mujer venezolana es difícil, tuve que abandonar mi país en busca de sueños, ingresos económicos y educación para mis hijos. Un cambio de vida para un futuro prometedor.
En la ciudad de Cúcuta conocí el trabajo de la Corporación Anne Frank en un taller de mujeres en situación de prostitución y trata de personas. La corporación Anne Frank me brindo apoyo psicosocial y un nuevo proyecto de vida, uno donde no existieran mas vulneraciones.
Mis sueños son ver nuevamente a mi país grande, pero mientras eso se cumple, aportaré en Colombia todo mi cariño y esfuerzo, estoy muy agradecida con éste hermoso pueblo y seguiré aprendiendo sobre ésta hermosa cultura.
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