Queridas compañeras de lucha de la Corporación Anne Frank:
Hace dos años realicé un tablero de los sueños que luego se publicó en el libro sobreviviente, estaba muy cansada y aunque había muchos logros en el tema de trata de personas en el país nadie los veía porque había muchos otros problemas, no era suficiente ir al Congreso, La Corte Constitucional, meter proxenetas a la cárcel, hacer cabildeo, incidir, llevar procesos. Nada era suficiente.
Puse en esos sueños, regalarles un viaje a mis hijos, a mis padres, hacer un proceso para mujeres y dar conferencias a nivel nacional e internacional y por primera vez, tener una pareja estable (algo que se me había imposibilitado por los múltiples problemas que tenía en cuanto a salud). Me proyecté a mí misma lejos de la escena pública en la lucha contra el lobby proxeneta el cual, ya había intentado asesinarme en el año 2018.
El activismo público en la lucha contra la explotación sexual había sido mi agenda pública, luego vino la pandemia y experimenté el proceso de atender y vivir con las víctimas, creando la casa refugio dónde hoy vivo. Viví con venezolanas, colombianas, comimos juntas, lloramos juntas, cocinamos, nos peleamos, nos reconciliamos y así, gestionamos la primera casa refugio que ahora funciona en Cali y beneficia de forma interna y externa a 22 mujeres.
Toda la Pandemia trabajé en territorio, la lucha se incrementó y así las víctimas, no fui contagiada de COVID-19 creo que, por milagro, mi salud mental en altibajos, conocí un médico amigo y empecé con el mi proceso, luego acá en Cali psiquiatría, trabajo social y psicología. Mi salud me reclamaba a gritos ¡Salir de la escena pública!
Los últimos días han sido difíciles, a pesar de cumplir todos mis sueños y tener un hombre maravilloso que me dio un anillo de compromiso y su vida entera, los casos me desbordaron, chicas con dolores similares o peores que los míos.
Muchísimos logros, solo en algunos espacios eran visibles, conteniendo procesos de leyes que quieren destruir a las mujeres en prostitución y peleas con el Estado que no atiende a las víctimas. Casos y más casos.
No es una decisión de hoy, es un caminar de dos años que de alguna manera vertiginosa -tenía que ser- se tenía que dar esa salida de la agenda política colombiana en el ámbito de la trata de personas. Aprendí a convivir con las víctimas, a dar talleres (sé que lo hago bien), puedo gestionar la casa refugio, escribir, enseñar, pero no exponer más de ninguna manera mi humanidad. Ya ha llegado el tiempo.
Renuncio hoy a una parte enorme de mi vida, a mi crecimiento, a mi salvación. La Corporación Anne Frank me dio todo lo que nunca podría conseguir, en especial aprendizajes y cariño.
Renuncio a la Corporación Anne Frank y a todos los procesos y acciones activistas que llevaba hasta el día de hoy 26 de octubre de 2021, no hablaré en medios sobre la industria del sexo. Seguiré acompañando a las víctimas sin hacer confrontación directa con la industria del sexo. Reconozco que es una industria poderosa y yo solo una mujer que fue rota por el patriarcado, pero no derrotada.
¡Gracias!
Claudia Yurley Quintero Rolón
Mi admiración para Claudia y mil gracias por hacer vehementemente lo mejor posible para tumbar el patriarcado.