Realmente hay poco que pueda separar a la persona promedio de lograr todo lo que se proponga. Hay muchos parámetros que pueden oponerse, pero todo se contrarresta con un simple factor: la capacidad de levantarse y seguir intentando.El ser humano tiene una capacidad asombrosa de adaptación. Sea cual sea su trasfondo, puede desarrollarse, aprender cualquier disciplina, entrenar su cuerpo, cambiar su mente y lograr grandes proyectos. Más allá de las dificultades que pueda encontrar en el camino, hay solo 1 factor que determina su éxito.Imaginemos como ejemplo una persona que quiere aprender artes marciales; es de esperarse que en la primera clase ni siquiera pueda pararse correctamente, el instructor seguramente lo use como ejemplo de todo lo que no hay que hacer y quizás lo deje tirado en el piso tras la demostración de una técnica. El aprendiz debe volver a levantarse y seguir aprendiendo y practicando la técnica. Volverá a caerse muchas veces antes de poder contrarrestarla, pero cuando lo haga, habrá logrado una conquista imborrable; habrá progresado. Si el aprendiz se desanima después de la primera clase y no sigue intentando, no dominará la disciplina, pero si tras cada error sigue intentando mejorar, no hay nada que lo separe de su realización.Lo mismo sucede con los deportes, la música, algún proyecto personal o cualquier cosa con la que uno se enfrente en la vida.El cuerpo y la mente se adaptan automaticamente ante cada resistencia que se opone. Cada vez que recibe un golpe se hace más fuerte, gana reflejos, gana velocidad. Quizás reciba los primeros 30 golpes, pero el número 31 sera capaz de esquivarlo. Cuando un deportista se entrena para correr 100 metros, comenzará tardando una determinada cantidad de tiempo y cada vez tardará menos. Es la dinámica de todos los seres vivos; el crecer automaticamente ante la resistencia. El ser humano no es algo estático y muerto, sino que está vivo, en constante cambio y adaptación.La frustración y la pacienciaLa frustración y la paciencia son dos palabras claves que determinan el camino al éxito ante lo que el ser humano se propone.La frustración es la sensación incómoda que experimenta una persona cuando se enfrenta a las consecuencias de su fracaso momentaneo. La paciencia es la concientización de que el fracaso es momentaneo y que la tolerancia de ese fracaso es el camino al éxito final.Esto se releaciona directamente con las dos clases de mente que poseemos simultaneamente; la mente primitiva, que busca huir del dolor sin evaluar las consecuencias; y la meta-corteza, o la mente racional que mira a largo plazo. Para más información sobre los dos tipos de mente que naturalmente poseemos, revisa nuestro artículo: Estratega sobre animal: La jerarquía de la mente evolucionada.Es completamente natural fracasar a veces o a menudo en el camino al éxito, y al hacerlo nos enfrentamos con dos opciones:Huir del dolor, concentrarnos en nuestro sufrimiento e incapacidad -temporal-, renunciar a la esperanza y darnos por vencidos. (Como a veces dicta la mente primitiva.)Aceptar el fracaso como algo normal, momentaneo y pasajero, sacudirnos el dolor y la incomodidad. Mirar el objetivo, levantarnos y seguir intentando, con la frente en alto.Indudablemente, después de levantarnos no seremos los mismos que cuando comenzamos a intentarlo. Sin duda alguna habremos cambiado, crecido, progresado aunque sea un milimetro hacia nuestro objetivo. Nuestra resistencia se desarrolla y también nuestras capacidades.Como el concepto de la redención, conocido tanto en el cristianismo como en otras tradiciones dle mundo, el “levantarse y seguir intentando” es eje. Aceptar que uno tiene fallas que pulir y que tiene la oportunidad de trabajar para cambiarlas y ser quien se quiere ser, utilizando la fe y la esperanza como herramientas.¿Te acordaste de algo que alguna vez te propusiste y abandonaste? Esta es tu oportunidad de volver a internarlo. Y la próxima vez que estés en el piso recordá que el fracaso es momentaneo y pasajero, pero los logros son eternos.
top of page
bottom of page
Comments