En abril del 2020 cuando la pandemia azotaba a nivel mundial, y la disminución de producción golpeo la economía de la mayoría de personas, toma fuerza la iniciativa de Claudia Quintero, directora de la Corporación Anne Frank de realizar manillas.
Las refugiadas de Popayán, se unieron para impulsar el emprendimiento en la elaboración de hermosas pulseritas que han sido beneficiosas para las mujeres barriales de diferentes lugares del país. A través de esta artesanía la Corporación Anne Frank recibe ayuda humanitaria, la cual se ha distribuido entre las mujeres más necesitadas.
Zurysaday, una joven luchadora, con una sonrisa en su rostro nos contaba que personas solidarias al realizar donaciones se les agradece con el obsequio del libro “SOBREVIVIENTE” junto a manillitas hechas con amor.
Ella nos relata que en una ocasión tres venezolanas que estuvieron en el refugio, se les ayudo, gracias al trabajo en equipo que se ha realizado. A dos de ellas para emprendimiento y a la otra joven para alimento y arriendo por tres meses.
Aura quien es una de las emprendedoras de tan importante proyecto, nos ha informado que mensualmente se están elaborando 400 manillas aproximadamente. Actualmente las manillas las hacen otro grupo de mujeres, es una oportunidad que se les ha dado a diversas mujeres para que sean parte del emprendimiento.
El llamado es para que todas las mujeres se empoderen, para que entiendan que en ellas hay un potencial increíble, son tantas las cosas que pueden hacer, que pueden crear, las fuerzas no dependen de otra persona, cada mujer es un ser valioso que puede crecer por si sola.
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