A partir de la revisión documental, teórica y práctica ofrecida por el curso, se considera importante tener en cuenta las diferentes necesidades que atraviesan las personas víctimas de violencia sexual y de trata de personas, como lo son:
Atención en salud física
Atención en salud mental
Acompañamiento psicosocial
Atención jurídica
Apoyo financiero
Apoyo laboral
Garantías de no repetición
Para lograr la reparación integral de las/los sobrevivientes de estos flagelos, se deben tener en cuenta algunos principios éticos básicos:
La ética profesional se puede entender como un campo enfocado en códigos y normas de conducta y que se aplica a todas las profesiones. Algunos de los principios son la responsabilidad, el respeto, la diligencia, la constancia, la puntualidad, la justicia y la honestidad. En los casos de Trata de personas se deben reforzar y además ajustar, teniendo en cuenta que las víctimas o sobrevivientes pueden estar sufriendo afectaciones psicológicas, sociales, económicas, entre otras, que pueden ser impactadas de manera negativa si el o la profesional no hace una aplicación de los protocolos de manera ética.
Estas afectaciones negativas las podemos traducir en revictimización, lo que quiere decir que somos parte de las violencias que se ejercen a las personas y que las desarrollamos de manera institucional o personal, donde los daños aumentan y el apoyo no se materializa, la persona no potencia sus recursos, sino que los disminuye, los observa y percibe como insuficientes, y puede tener sensación de culpa por su situación. Para lograr que esto no suceda, propongo las siguientes acciones:
Empaparse de las características históricas de cada persona, comprender su contexto, de dónde viene, cuáles son sus costumbres y demás, ¿para qué? Para lograr entablar una relación de confianza, donde esa historia nos sirva como recurso de acompañamiento psicosocial.
Enfoque diferencial, teniendo en cuenta estas características que diferencian a una de otra persona, direccionar el acompañamiento de manera oportuna.
Enfoque de género, entendiendo que estas situaciones como la Trata y la Violencia sexual, parten específicamente de un sistema de poder llamado patriarcado que se expresa mediante el machismo y la misoginia.
No culpabilizar a las víctimas, sino permitir que ellas reconozcan el por qué llegaron a vivir una situación de violencia sexual o de trata, psicoeducando frente a la posición de las mujeres en el mundo, el sistema patriarcal, las redes de trata que se desarrollan mediante instituciones y personas organizadas, para que así comprenda que todas y todos podemos llegar a vivir este tipo de situaciones, sin minimizar su experiencia, pero sí que se reconozca esta realidad.
Acompañar psicológicamente, donde las personas se sientan escuchadas, no juzgadas, brindándoles espacios seguros y de confianza, donde se pueden tomar la palabra, pedir un consejo, una voz de aliento.
Crear redes de apoyo, permitiendo que las sobrevivientes se acompañen con otras, donde se generen espacios de esparcimiento, de risas, de compartir, donde se aprenda colectivamente y se sane de la misma manera.
Emprender, apoyando así a las personas en que potencien sus propios recursos, que creen, investiguen, aprendan sobre finanzas, planeación y demás, donde puedan compartir un proyecto productivo y llevarlo a cabo, para que a nivel económico logre su autonomía.
Acompañamiento Jurídico, este debe realizarse desde la recepción de cada caso y acompañar a las sobrevivientes en sus procesos legales y de defensa jurídica en caso de hacer denuncias o de ver en peligro su integridad.
Atención en salud física, donde profesionales de la salud estén en constante revisión de la salud física de las mujeres, saber el cómo llegaron a la atención, como transita su proceso y como lo finaliza, saber si estuvo expuesta a algún tipo de enfermedad o si cuerpo se encuentra en un estado óptimo, tomando así medidas de acompañamiento, brindando medicamentos, etc.
Prevención y promoción, espacios donde se logre siempre hacer pedagogía sobre normas, leyes, recursos y demás que puedan servir para que las personas se defiendan en caso de estar expuestas a cualquier situación de violencia.
Proyecto de vida, espacio en el cual las personas logren identificar cada uno de las áreas funciones de su vida, quiénes las componen, cómo está manejando sus recursos, todo para alcanzar unas metas a corto, mediano y largo plazo, lo que sería su proyecto de vida.
En casos con Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) es preciso hacer uso de herramientas adicionales, como el uso del juego y del arte, siendo estrategias de expresión, contención y apoyo emocional, brindando un espacio seguro, tranquilo y de real acompañamiento.
Estas estrategias artísticas también pueden ser aplicadas con personas adultas teniendo en cuenta los objetivos de cada actividad, de cada encuentro y demás.
Estas atención deben ser desarrolladas, como lo mencionamos antes, cumpliendo los diferentes principios éticos de atención, donde quien es el/la profesional a cargo tenga una perspectiva de género y feminista, donde logre reconocer las violencias estructurales que nos atraviesan a las mujeres y personas víctimas de un sistema organizado históricamente, donde se reconozca la no culpabilización de las sobrevivientes, donde no hayan daños adicionales sino un acompañamiento incondicional, donde se busca que cada una sea la constructora de su propio camino, apoyada y respalda, pero autónoma, independiente, poderosa.
Todas estas recomendaciones están inmersas en los diferentes protocolos creados para atender casos específicos de Trata de personas, por lo cual es importante siempre reforzarlos, revisarlo y seguir haciendo uso de los mismo.
Tania Valentina Rodríguez Alfonso
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