#Reflexión Respecto a la prostitución existen varias visiones en el mundo de abordar este fenómeno cada uno con sus argumentos y teorías, otros con su práctica y acciones activistas. Marcadamente conocemos dos concepciones: las que le ven a la prostitución como trabajo y las que no. Aunque me ubico en las segundas, quiero manifestar que, desde mi trabajo territorial, mi experiencia personal y todo lo aprendido en la calle, lo que menos importa en este momento es el concepto técnico o teórico si no hay derechos humanos para las mujeres, sean que se llamen “trabajadoras sexuales” o “víctimas”. Eso lo decide cada mujer. Quizás nos hemos dividido como movimiento pero a mí no me interesa atacar a otras mujeres, nosotras coincidimos en la no criminalización de las mujeres en prostitución, en que paren los asesinatos y en que existan garantías, no solo para “ejercer la prostitución” si no garantías para vivir dentro o fuera de ella sin presiones y sin explotación. Desde ambas visiones debemos defender los derechos humanos, después daremos el siguiente debate del modelo de país y de abordaje. Con estudios científicos y con las realidades del país. En un país que mata 4 mujeres por día, aún no podemos dar ese debate sin garantías para todas y claro está, también mecanismos para salir de la prostitución si una mujer así lo desea, sin tener que temerle al Estado ni a terceros. Esta diferencia no puede favorecer la violencia, construir cada quien desde la diferencia nos hace diversas. Es un llamado a la unidad del feminismo en favor de los derechos de las mujeres en prostitución y la prevención de la explotación humana. Claudia Yurley Quintero Rolón
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